La
etapa de la adolescencia y la juventud se caracteriza, principalmente, por la
búsqueda de nuevas experiencias fuera del hogar. Lo nuevo que se puede
encontrar fuera de casa siempre estará enmarcado entre lo bueno y lo malo. La
avidez de la juventud por estar “IN”,
el deseo de estar siempre a la moda hace que los jóvenes se agrupen en torno a un objeto, ídolo,
equipo de fútbol, tipo de música, etc.
Los
videojuegos son precisamente uno de tantos objetos en los que los chic@s han
fijado su atención. Los encuentran en diferentes pantallas: consolas de juego, teléfonos celulares, en las novísimas tablet y
por supuesto la infaltable televisión.
El
análisis no debería ser reducido, desde mi perspectiva existencial la presencia
de los videojuegos en la sociedad no son más que sustitutos de los afectos y
esto puede funcionar como sucede con cualquier adicción o consumo ilimitado de
cualquier producto.
Para
entenderlo mejor: si un joven se deprime por cualquier razón, iniciará una
intensa búsqueda para aliviar esa tristeza, buscará las vías, las salidas, los
recursos que estén a su alcance para aliviarse, llegarán probablemente al
alcohol, o al tabaco, o a la sexualidad compulsiva, etc. para
que le generen bienestar, en definitiva “algo” aparecerá para hacerle olvidar
su tristeza.
En
otro caso un joven angustiado utilizará las mismas vías para que su angustia
desaparezca, obtendrá placer, se sentirá bien y su angustia aliviará.
Socialmente es el comportamiento que vamos teniendo en cada problema que se nos
presenta, la huida como forma de responder a nuestras desesperaciones.
Con
el video juego es igual, el mismo joven
deprimido o ansioso encuentra en este artilugio su canal de huída, su vida le
estará provocando mucho malestar que se pasará horas y horas frente a la
pantalla que se olvidará de sus males.
Lo
preocupante de los jóvenes es ¿Qué es lo que está pasando en sus vidas cómo
para desear huir, Qué sensaciones de malestar existirán para emprender la fuga
frente al juego de video?
Son
preguntas claves que deben tener una respuesta satisfactoria. El análisis
entonces debe partir del hecho de que la sociedad no está satisfaciendo a la
juventud adecuadamente que esta, opta por escapar.
¿La
familia será entonces la respuesta? Considero que el grupo familiar está fragmentado
y por lo tanto no está consiguiendo satisfacciones para sus miembros. Los
padres que asisten a sus trabajos con el único deseo de “darles lo mejor” no
están midiendo el tiempo de compartir. Cada vez más vemos que los disensos en
el hogar son muchas veces resueltos con dinero, la falta de afecto es suplida
por más dinero. Ante la demanda de los hijos los padres se convierten en un
cajero automático (otra pantalla) del que obtienen todo lo que desean y lo que
no desean también.
La
salud mental de nuestros jóvenes está siendo afectada no solo por el
acercamiento constante a los videojuegos sino que le están proponiendo que se
fugue de su vivencia personal sin que aprenda a resolver y confrontar sus
problemas. Será entonces importante entender que esta actividad juvenil es un
suplemento en la existencia del ser, así como lo es el alcohol, el tabaco, la
fiesta constante, la sexualidad desenfrenada, etc.
No
quiero restar responsabilidad al joven de sus actos, lo que quiero es plasmar
con esta idea el hecho de que la
sociedad debe fortalecerse emocionalmente para poder confrontar esta y otras
problemáticas que puedan aparecer. Debemos darles opciones de vida, debemos
construir en ellos un sentido o propósito para sus vidas y que no caigan en la
abulia ni en el aburrimiento.
Debe
repensarse el tiempo compartido, deben establecerse límites adecuados a esas
personas en crecimiento, satisfacer sus deseos no es lo mismo que satisfacer
sus necesidades y en esto debemos marcar la adecuada diferencia; el deseo
siempre estará ligado a un componente placentero y la necesidad se relacionará
con la supervivencia. Tendremos que enseñar a lo jóvenes a supervivir, luchando
por sus necesidades, confrontando sus malestares, deberemos enseñar, siempre
con el ejemplo, que las huidas de cualquier tipo y con cualquier objeto siempre
dejarán un vació que irá creciendo a lo largo del tiempo.
La
salud de nuestros jóvenes si esta restada por su contacto con los videojuegos,
si se han vuelto abstraídos, irritables, demandantes, abúlicos, violentos,
pero; ¿solo estamos viendo la paja en el ojo ajeno?
Dr.
Alfredo Yancha